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…para niños, para adultos, para todos. Ya sea esperando nuestro turno, que te entreguen un pedido o que la pandemia termine finalmente. …es difícil tener paciencia. Pero la paciencia puede convertirse en una gran ventaja en la vida. Ser paciente significa no darse por vencido demasiado pronto y no esperar los resultados de inmediato. Es una gran habilidad cuando necesitamos trabajar en objetivos a largo plazo. Y enseñarlo no es algo que todos recibimos e incluso que sepamos enseñar, en muchos casos.

Un día, en el patio de recreo, un niño llamó a Samuel “grosero”, esto realmente le molestó y aunque no supo que hacer en ese momento, llegó a su casa y se repetía constantemente en su cabeza "¡Soy grosero! ¡Soy grosero!". Aunque su mamá notó la molestia y su padre luego le preguntó sobre lo ocurrido, no había manera de sacarlo de este pensamiento que lo había obsesionado. Era como si este pensamiento estuviera PEGADO en su cerebro. Sus padres sabían que había que ayudarlo a despegarlo, pero no sabían cómo y dejaron pasar el evento porque la emoción, que es momentánea se esfumó. Sin embargo el pensamiento se quedó en el cerebro PEGADO.

Luego de un confinamiento y ante un virus de que aún no se tienen todas las respuestas, las personas pueden sentir incertidumbre, dudas, ansiedad y temor por lo ocurrido y lo que sucederá incluso después de haber experimentado el COVID-19. Emocionalmente hablando este virus sin precedente, representa un reto personal adicional en el equilibrio de la salud mental de las personas, porque se vive en soledad.

De las relaciones más olvidadas en nuestra agenda diaria es, la que tenemos con nuestra mente, con esa parte de nosotros que no vemos pero si podemos escuchar y además activa nuestras emociones y sentimientos. Una emoción desbordada es uno de los grandes indicadores de la desconexión saludable que podemos estar teniendo con nuestra mente. Sin embargo, aquí te nombro algunos factores que te pueden ayudar a identificar si tu salud mental demanda atención: